sábado, 13 de octubre de 2007

Esto lo escribí hace varios años y me gusta. Se me había perdido y ayer apareció.

LOS HIJOS DE LA GUITARRA

Por años, la guitarra había sido la fiel amante de un sevillano. El se había embarcado, tiempo atrás, hacia América y los meses transcurrían sin recibir noticias suyas. Un día, no pudo soportar más y decidió partir en su búsqueda.

En medio del mar, el tiempo se hacía espantosamente lento. Entre la esperanza y la incertidumbre del reencuentro, una noche de brisas ardientes se sorprendió a sí misma en los brazos de otros hombres, asfixiada por tanto amor guardado y sin usar. Al llegar a América, lo buscó sin suerte hasta el día en que descubrió que estaba embarazada. Tales desafueros de pasión no podían traer otra cosa que un embarazo múltiple. Y la guitarra se fue a parir por todo el continente.

En Panamá, escuchaba décimas de amor cuando dió a luz una mejoranera. En Cuba, parió un tres para alegrar al mundo. En Venezuela, los dolores de parto la sorprendieron cantando puyas... y nació un cuatro. Tras la alegría de un bambuco se acercó a Colombia y fue allí donde un tiple decidió venir al mundo. En México, necesitó de una cesárea para dejar salir al guitarrón que le desgarraba las entrañas, pero en lo más profundo de su vientre los sorprendidos médicos hallaron también una jarana. Cuando llegó al altiplano andino, sintió cosquillas: era el caparazón del armadillo convertido en charango.